(21-Sep-22) Como cada 21 de septiembre, la Defensoría del Pueblo rememora el Día Internacional de la Paz, establecida por la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), bajo la resolución 36/67 del año 1981. Día dedicado al fortalecimiento de los ideales de paz, a través de la observación de 24 horas de no violencia y alto el fuego. Día para fortalecer la promoción cotidiana a favor de la paz y la no violencia.
Para la ONU, el Día Internacional de la Paz ofrece una oportunidad singular para una cesación de la violencia y de los conflictos en todo el mundo. Invita a toda la población a trabajar conjuntamente para desmantelar las estructuras que afianzan el racismo en nuestros entornos, con el fin de reconstruir la confianza y la cohesión social mediante la educación y la justicia reparadora.
El lema que acompaña el Día Internacional de la paz en este 2022 es “Pon fin al racismo. Construye la paz”. Lema que busca concienciar a la población mundial sobre el tema y la importancia de eliminar cualquier forma de discriminación, exclusión o estigmas por motivos étnicos, religiosos, culturales o de xenofobia.
Para el Defensor “La paz es un valor supremo y sin ella se dificulta el ejercicio de los demás derechos”. La paz es esencial para el respeto a la vida, su construcción es el bien más preciado de la humanidad, y debe ser visto como un comportamiento o una actitud frente a la vida. Este día, es también una oportunidad para una reflexión profunda sobre los principios de respeto, justicia y solidaridad.
En Venezuela la paz representa un principio, una cultura y un valor inquebrantable, estar en sana convivencia social siempre es el objetivo, es por ello, que la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en su artículo 3 establece: “El Estado tiene como fines esenciales la defensa y el desarrollo de la persona y el respeto a su dignidad, el ejercicio democrático de la voluntad popular y la construcción de una sociedad justa y amante de la paz” (…).
El máximo representante defensorial invitó a toda la población a mantener viva la paz, la esperanza, apoyo y protección social, precisó que la paz no se construye sola, necesita de la intención y buenas prácticas de todas y todos.
Por último, enfatizó que la mayor siembra que podemos tener como seres humanos es cultivar en nuestras mentes y corazones y en los niños, niñas y adolescentes el valor y el significado de la paz, porque ellos y ellas son el presente y el futuro de la nación y del mundo entero. Fin/ Prensa Defensoría